No sé si ese juego les guste a algunas adolescentes o a algunas adultas, aunque parece una cosa de 15 años, pero yo no tengo ganas de 3 meses de coqueteos para luego, jarta y cansada de tan intensos, poder decir francamente que creo que no quiero.
Así que digan de entrada lo que quieren, piensen bien de nosotras y sepan que no nos sentiremos ofendidas porque quieran comernos.
Al contrario, parte del problema de decir que no es que eso siempre es un halago... esa honestidad juega a su favor.
Aunque creo que en este caso diré que no quiero.