Estoy por pensar que TODAS somos lesbianas o muy lésbicas o algo así.
Anoche salí con dos buenas amigas. No nos veíamos hace mucho tiempo, el suficiente para tomar distancia de algunos prejuicios que creíamos compartidos. Resulta que las 3 hemos tenido experiencias de ese tipo. Nos narramos todos los deliciosos detalles. Una de ellas incluso tuvo su experiencia homosexual con una de las amigas que tenemos en común... qué cuento tan gordo. Compartimos datos y sacamos conclusiones. Somos heterosexuales...
Qué va... estoy por pensar que parte del maldito problema femenino de odiar a las congéneres tiene que ver con una carga sexual presente que siempre está ahí. Esa batallita de "mis tetas son más lindas que las tuyas" se dirime si tus tetas pueden ser mías aunque sea por un ratico. Y ya está.
Es como estar de pelea porque me gustas y me incomoda que me gustes... y es que si hay envidia es porque lo de las demás nos gustaría para nosotras. ¿Comprenden mi lógica?
Claro, siempre estarán esas mujeres que hacen cara de asco cuando les nombran una cuca... no les creo, creo que es miedo, a veces pánico... esas establecen una distancia diferente, parecida al desprecio...
No digo que seamos homosexuales todas, digo que negamos estas curiosidades y que me parece que parte de nuestra propia misoginia tiene que ver con este asunto.
Especulo... pero cómo es de bueno especular.
Esa es solo una de las caras de la moneda de mil caras que tiene la sexualidad. Sin embargo, solo quienes tienen la capacidad de ver tu planteamiento, mi querida Soledad Solita, podrán disfrutar sin ninguna reserva de los deliciosos placeres de la sexualidad.
ResponderEliminarEs cierto… ¿Por qué no tener para nosotros (he incluyo a los hombres), todo eso que nos gustaría, pero que está en el cuerpo de otros? Una sensación que se activa en ese micro instante en que los ojos tocan la curvatura de un cuello, o una piel siente la temperatura de una mano o la nariz percibe el sabor del sudor de otro cuerpo? Por qué negar ese magnetismo? Por qué no liberarlo de la botella en la que lo hemos confinado?
Querida mía, lo que puede terminar siendo aun más aterrador en aquellos que lean estas palabras y que tengan el sistema magnético lleno de ladrillos, es lo que sigue luego de haber asimilado esa teoría… Tal vez el mayor de los placeres… o el vacío infinito… no lo sé… aun no lo he experimentado, pero lo intuyo… Intuyo también que no debe ser algo para la costumbre, tal vez solo un instante en la vida… un suspiro mortal
Esperaré a ver hasta donde llegas…
“La verdadera sabiduría consiste mas en doblar la suma de los placeres, que en multiplicar la de las penas” Marqués de Sade
Todavía no conocemos a la mujer de nuestras vidas. Pero cuando aparezca... AL AGUA!!!
ResponderEliminarpucha! pues la verdad no lo he pensado asi...igual, me interesan más, por el momento, otro tipo de cosas. Pero tiene validez tu teoría: la envidia se genera a partir de lo que uno quiere de los demás, para si mismo...
ResponderEliminarMirá este link http://www.nytimes.com/2008/06/12/fashion/12bisex.html?_r=1&pagewanted=all Según el estudio del que hablan ahí, parece que las mujeres heterosexuales tenemos una sexualidad más "fluida" que el resto de las personas.
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